Los Departamentos de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y de Interior han puesto en marcha una prueba piloto en la C-31 a su paso por Castelldefels y Gavà con el objetivo de reducir el impacto sonoro de la infraestructura y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
A partir de la noche de este lunes 27 al martes 28 de octubre, se reducirá la velocidad máxima permitida en horario nocturno en un tramo de seis kilómetros. La medida, que se mantendrá hasta el 4 de diciembre, limitará la velocidad entre las 22:00 y las 7:00 horas a 70 km/h, frente a los 80 o 100 km/h actuales según el tramo.
Se estima que esta reducción beneficiará a unos 2.500 vecinos, mientras que el tiempo del trayecto solo se incrementará en un minuto. El dispositivo incluye controles de velocidad para garantizar su cumplimiento.
En el marco de la iniciativa, ya se han instalado dos sonómetros en la C-31 para monitorizar las emisiones sonoras antes y después de la medida. Los datos obtenidos se cruzarán con las estadísticas de intensidad media de tráfico y velocidad media de circulación, además de otros sonómetros situados en vías del entorno.
Esta actuación forma parte del plan estratégico que impulsa el Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica para lograr unas infraestructuras de movilidad más amables y saludables. El plan busca reducir significativamente el impacto acústico de la red viaria de la Generalitat sin comprometer la eficiencia de la movilidad, siguiendo las recomendaciones del informe Environmental noise in Europe – 2020 de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que identifica el ruido como el segundo factor ambiental más perjudicial para la salud después de la contaminación del aire.
Asimismo, la medida se enmarca en el Plan de Seguridad Viaria 2024-2026, que promueve una movilidad más segura, sostenible y saludable, con el objetivo de reducir las emisiones del tráfico privado y la contaminación acústica para favorecer un entorno más saludable.
El director de Infraestructuras de Movilidad, David Prat, destacó que “la reducción de la velocidad en horario nocturno representa una medida que nos permite mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas optimizando las infraestructuras que ya existen”.
Por su parte, la directora de Transportes y Movilidad, Susi López, subrayó que “es necesario explorar fórmulas para reducir el impacto acústico, especialmente durante la noche, y así proteger el descanso de las personas que viven cerca de la C-31, avanzando hacia una movilidad más respetuosa con el entorno”.
Finalmente, el director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, remarcó que “la gestión del tráfico reduciendo la velocidad nos permitirá aumentar la seguridad vial y también mejorar la calidad ambiental de este entorno urbano”.
