Los cinco miembros de la llamada Manada de Castelldefels, acusados de agredir sexualmente a tres mujeres y grabarlas sin su consentimiento para difundir los vídeos por WhatsApp, han reconocido este martes su culpabilidad y han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía y sus defensas que rebaja de forma sustancial la petición inicial de condena, según informa El País. De los 196 años de prisión que solicitaba el ministerio público, la suma de penas no llega finalmente a 33.
En virtud de este acuerdo de conformidad, el castigo más alto será de 8 años y 5 meses de prisión para R. P., seguido por 8 años y 3 meses para A. R. P. C., alias El Cubano. Otros dos acusados, O. N. y J. M. M., cumplirán 6 años, mientras que D. A. afronta la pena más baja: 3 años y 11 meses. La condena incluye además la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de las víctimas o ponerse en contacto con ellas.
El pacto contempla también indemnizaciones de 30.000, 37.827 y 33.315 euros para las tres mujeres. Los acusados han alegado haber hecho un esfuerzo económico para reunir el dinero, lo que, junto con los cursos realizados en prisión o problemas de alcoholismo en dos casos, sus defensas han utilizado como argumento para pedir la suspensión de las penas. El tribunal deberá decidir en las próximas semanas si acepta esa petición, frente al rechazo expresado por la Fiscalía y las acusaciones particulares.
Durante el juicio, los procesados aprovecharon su turno de última palabra para disculparse. “Mi más absoluto y total arrepentimiento y pedir perdón a las víctimas de corazón”, declaró El Cubano, inquilino del piso de Castelldefels donde se perpetraron los abusos, entre marzo y mayo de 2021, en plena pandemia.
Según el relato de la Fiscalía, los acusados captaban a las jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, las emborrachaban y anulaban su capacidad de reacción para cometer las agresiones. En los móviles de los procesados se hallaron pruebas de la difusión de vídeos y conversaciones en un grupo de WhatsApp en el que, además de compartir las imágenes, eran conscientes de la gravedad de lo que hacían y hacían referencia al precedente de la Manada de Pamplona.